
España tiene regiones escondidas que son un auténtico tesoro, como Calatayud. Donde unas garnachas viejas en altitud dan lo mejor de sí mismas. Asentadas en suelos de pizarra, con pendiente, un clima continental extremo, lejos de autopistas y ciudades. En esta zona, pueblos pequeños rodeados de viñedos, con una gran pasión por la naturaleza.



