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Pablo
Cariñena
Ser centenario es pisar la misma tierra que hollaron nuestros antepasados, cuidar las mismas vides que ya fueron cuidadas antaño por sabias manos
Las salas de crianza, antiguas y renovadas, donde se protege y mima el saber de la familia
El sabor de la tierra representa nuestro lema. Las vides que se agarran a la tierra en suaves colinas, con sus variedades autóctonas marcan el carácter de nuestros vinos
Ser centenario es acompañar al tiempo en su paso. Nuestros abuelos transportaban sus vinos con su propias manos y hoy los exportamos por todo el mundo, pero con la misma filosofía
Y a la vuelta del camino, un rincón protegido, orientado al sol para sacar su mejor partido. El vino se ha cultivado en esta tierra desde tiempos inmemoriales y conocer sus secretos nos apasiona